sábado, 20 de septiembre de 2014

Descubre si sufres del Trastorno Dismórfico Corporal TDC o Hipocondría de la Belleza

Descubre si sufres del Trastorno Dismórfico Corporal TDC o Hipocondría de la Belleza

Quisiera parecerme a… quisiera lucir como… quisiera ser talla 0… 

Estos son planteamientos, que a diario escucho en mi consulta.

Los estereotipos de belleza instaurados en nuestra sociedad hoy en día como un valor, pueden influir hasta el punto de pretender cambiar el aspecto físico, para siempre.

Como el cuento infantil La Bella y La Bestia, muchos sueñan con la posibilidad de transformarse, como por acto de magia, en un individuo de sublime belleza. En Venezuela se vive en el país de las Misses, donde los medios, publicidad y apariencia de los famosos crean falsos estereotipos que muchos desearían conseguir a costa incluso de su propia vida.

Cuántas veces has deseado o escuchado: “Quisiera la cintura de Thalía, los labios de Angelina Jolie o los abdominales de Superman”. 

Sin embargo, cada ser humano tiene una morfología particular, que incluye forma del rostro, labios, contextura física, por solo nombrar algunos puntos.

Es imposible que una mujer de 50 años, luzca como de 15, y además con los rasgos de Scarlett Johansson.

El TDC afecta al 2% de la población mundial. Describe una preocupación desmedida por algún defecto físico, sea real o imaginado.

Quien lo padece desea con angustia “imitar” el rostro o cuerpo deseados o en otros casos “agradar” bien sea a su pareja o al entorno.

Esta inconformidad “física” le impulsa a someterse a tratamientos estéticos y a pasar por el quirófano en más de una oportunidad (habitualmente por el mismo “defecto”), llevándole muchas veces a la depresión por no alcanzar la “perfección” anhelada.

Esclavo del espejo limita sin darse cuenta su vida personal, sexual, familiar y social.

No digo que esté mal someterte a algún tratamiento estético, siempre y cuando no sea por satisfacer las expectativas de otros.

Si decides hacerlo ponte siempre en manos médicas profesionales que busquen conservar la expresión natural de tu rostro, mejorando la apariencia de tu piel y de tu cuerpo, sin pretender convertirte en quien nunca has sido.

Busca dentro de ti y enfócate en fortalecer tu autoconfianza y autoestima.

Acéptate y valórate tal cual eres, todos los seres humanos tenemos “un encanto particular”, encuentra el tuyo y explótalo.

Si eres de contextura gruesa, por muchas cirugías, dietas y ejercicios que hagas, nunca podrás llegar a tener una cadera estrecha.

Si tienes labios finos, debes saber que no existe una inyección que de forma definitiva aumente su grosor sin poner en riesgo tu salud o tu vida.

Mi misión como médico es trabajar por tu bienestar, lo que no sólo se circunscribe a la parte física.

La estética, definitivamente es importante, pero como todo, en exceso, puede ser perjudicial, si no se fortalecen la mente y el espíritu al mismo tiempo.

Recuerda siempre: “cada ser humano es único e irrepetible”. La “verdadera belleza está dentro de ti y se reflejará en tu espejito, espejito”.

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