domingo, 28 de septiembre de 2014

La nueva acupuntura y el cáncer

La nueva  acupuntura y el cáncer

Debo reconocer que nunca he estado muy atraído por las prácticas de la medicina oriental.

Mi apego hacia la medicina científica occidental es casi absoluto.

Sin embargo, desde hace un tiempo, se ha venido investigando con mayor ahínco un campo con beneficios palpables en los pacientes a quienes se les aplica.

Se trata de la acupuntura médica contemporánea con criterios neurofisiológicos y neuroanatómicos.

Una explicación básica de la acupuntura es que es una técnica que consiste en clavar una aguja muy fina en determinados puntos del organismo para inducir respuestas a nivel local, regional y central (sistema nervioso central).

Durante el curso de la enfermedad, los pacientes con cáncer pueden encontrarse inmunosuprimidos (defensas bajas).

Estudios experimentales han demostrado que la acupuntura induce a un aumento tanto en la calidad como en el número de unas células del sistema inmune llamadas Natural Killer.

Esto podría traducirse en una disminución del tamaño y progresión tumoral y, por ende, en una mayor supervivencia. (A.P. Sánchez , M.Angel. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá Revista Int Acupuntura . 2012;58-62).

La acupuntura puede usarse en el tratamiento sintomático de los sofocos, náuseas, vómitos por la quimioterapia o radioterapia.

También se usa para mitigar el dolor causado por la enfermedad o postquirúrgico al estimular la liberación de opioides endógenos que inhiben la señal dolorosa.

Existen estudios que avalan que el uso de la acupuntura disminuye la fatiga relacionada con el cáncer (FRC)  mejorando la calidad de vida del paciente. (Molassiotis A, Bardy J, Finnegan-John J, Mackereth Acupuncture for cancer-related fatigue in patients with breast cancer: a pragmatic randomized controlled trial).

Cuando se inserta la aguja se activan una cascada de eventos que inducen a respuestas de tipo neuroendocrino, cardiovasculares e inmunológicas, todas ellas beneficiosas para la disminución de síntomas adversos relacionados con el cáncer.

Otro campo desarrollado en los últimos años por los franceses es el de la electroacupuntura.

Su acción fundamental consiste en estimular al sistema nervioso central.

Para ello se utilizan aparatos que generan impulsos de alta frecuencia, que estimula la producción de encefalina en el encéfalo, e impulsos de baja frecuencia que estimula la producción de dinorfina por parte de la sustancia gris. Ambas actúan como supresoras del dolor.

Actualmente personas como el investigador sueco Thomas Ludenberg del Karolinska Institutet, Department of Clinical Sciences, Danderyd Hospital, tratan de explicar cuáles son los mecanismos fisiológicos relacionados con la acupuntura, cómo el estímulo provocado por la aguja a nivel periférico viaja hasta las diferentes estructuras del sistema nervioso implicadas en el dolor, el sueño, la respuesta sexual, el control endocrino etc.

Hoy se sabe que la acupuntura actúa en las funciones del: Hipotálamo, sistema límbico, cortex frontal, cortex sensorial.

Todas estas estructuras están implicadas en las respuestas fisiológicas de enfermedades crónicas como el cáncer.

Para concluir, el reto actual es incorporar todos estos conocimientos a la práctica diaria y aplicar los nuevos avances que vayan más allá de la fisiología antigua china.

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